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11.26.2009
Tizeando
50 centímetros de tiza.
hORMIGAS con mandilones azules generan formas y dibujos, estelas de movimiento frenéticos que recorren el espacio una y otra vez. Mientras, 50 cmtrs de tiza da a luz a megamonstruos atravesados por figuras geométricas imposibles, seres con hambre bruta de amigos imaginarios. Una intervención que nace de una añoranza por la infancia, del olor a tiza y a gominolas. Seres pertenecientes a mundos caóticos sobredimensionados, con demasiados dientes,ojos y pelos. Mutaciones que se adueñan del espacio y que crecen en las plazas donde gritan los niños. Su capacidad existencial dura un día sin lluvia. Se definen por su carácter efímero, nacen de lo seco, crecen con la tiza y mueren con la humedad. Cuerpos deformados, heterogéneos y desobedientes que mutan y se amplian por las pisadas de los pies que esparcen las líneas que los limitan. Se fusionan con el espacio y sus estructuras son pegajosas, se adhieren a los mandilones de las hormigas y les manchan las manos. Las formas de los seres se repiten en las estelas del obsesivo recorrido de las hormigas,un movimiento infraleve, constante y centrípeto.
Ha llegado la hora de que los megamonstruos imaginarios sobrealimentados de tiza se apoderen del gris asfalto.
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